Desde que era
muy pequeña, siempre imagine ir con mi promoción a la ciudad del Cusco sin
embargo los días previos fueron de mucho trajín pues mi DNI azul no estaba listo,
me lo dieron un día antes de viajar, además me faltaba ropa que abrigara por
eso tuve que salir de compras varias tardes
además no tuve mi maleta lista
hasta unas horas antes de partir en el avión que nos llevaría a la ciudad de Lima.
A todos estos
preparativos hay que agregarle la responsabilidad que tenía la promoción con la
organización y la motivación del Ceibomatch, el cual era muy significativo pues
era el último que pasaríamos en el colegio.
El día tan
esperado llegó muy pronto y me puse a
pensar que la vida pasa muy rápido y hay que vivir al máximo todo el tiempo que
queda con todos nuestros seres queridos. Por la mañana dimos nuestro último
examen y pude dedicarme por entero a terminar los últimos detalles, aun así la
tarde se hizo corta y fui casi la última en llegar al aeropuerto de Chiclayo.
Llegamos a la
ciudad de Lima a las once de la noche y fue una experiencia inolvidable pasar
la noche sin dormir pues mis amigas y yo nos la pasamos entrevistando a extranjeros;
a las dos de la mañana Roberto, Miss Nury y Miss Maureen nos dijeron que
teníamos que ir a la sala de embarque, yo me sentía muy emocionada pero a la
vez cansada, así que me acosté en las bancas del aeropuerto y dormí hasta las
cinco de la mañana.
A las cinco y
cincuenta de la mañana del 14 de septiembre nuestro avión despegó a la ciudad
del Cusco y yo me senté en la ventana
del avión para observar aquel maravilloso paisaje andino. Cuando pisé tierra
cusqueña nunca imaginé que haría tanto frio pero felizmente traje conmigo un
par de guantes y un chullo que mi abuelo me regaló unos meses atrás. Unos
minutos más tarde conocimos Richard y Jorge, a éste último lo llamamos “tío
George” .Nos dirigimos hacia el hotel José Antonio, el cual era muy bonito y
grande; nuestras habitaciones nos fueron asignadas una hora después pero a mí y
a mis compañeras de cuarto: María Fe y Yarelis nos dieron una habitación doble,
pero nos dijeron que iba a ser momentánea.
En cuanto
llegamos a nuestro cuarto vimos televisión y a los pocos minutos nos quedamos
dormidas hasta el mediodía pues las
mises nos dijeron que tenía que bajar porque teníamos que ir a almorzar.
Después de nuestro almuerzo, bajo en grasas, nos fuimos a la Plaza de Armas y
conocimos la Iglesia llamada “La Sagrada Familia” también fuimos a
Qoricanacha y en la tarde a Sacsayhuamán donde tuvimos la oportunidad de
subirnos a las famosas resbaladeras, así también el paisaje era hermoso y
deslumbrante.
Por la noche
tuvimos nuestra noche de discoteca y mis amigas me pidieron que las maquille y
que las ayude a elegir su atuendo ,pero lamentablemente cuando bajamos al lobby nuestras compañeras
ya no estaban y Roberto nos llevo caminado a la discoteca, en donde nos
divertimos y bailamos mucho.
A la mañana
siguiente acudimos al criadero de vicuñas, llamas y alpacas donde me tome
muchas fotos, después fue turno de irnos al mercado de Pisac, en donde compré
recuerditos para mi familia pero llegue
tarde así que tuve que pagar “la multa”, almorzamos en un restaurante que se
encontraba a veinte minutos del mercado de Pisac y más tarde conocimos
Ollantaytambo.
El día domingo
nos despertamos muy temprano porque era hora de dirigirnos a la estación del
tren en Ollantytambo para luego dirigirnos a Aguas Calientes y a Machu Picchu.
Me impresioné
mucho al llegar a Machu Picchu porque
jamás pensé que llegaría y me sentí muy feliz de conocer esa apreciada maravilla del mundo, nos tomamos
muchas fotos y jamás olvidare aquel
calamitoso clima que nos tocó afrontar,
pues grandes gotas de lluvia nos mojaron completamente, además debo decir que
fue una experiencia inolvidable pues yo nunca había visto granizo.
Por la noche
cenamos en Aguas Calientes y seguidamente nos fuimos a “Cupido” en donde mis
compañeras Yarelis e Ingrid ganaron el concurso de bailetón.
Regresamos a Cusco e hicimos una tarde de compras .En la noche
ordené mis cosas y alisté mi maleta y
con un grupo de amigas nos dedicamos a hacer llamadas de broma a chicas de la
promoción, nunca me había reído tanto como esa noche.
Finalmente fue
hora de regresar a mi ciudad natal. Me divertí mucho en mi viaje a Cusco y los
recuerdos con mi querida promoción o segunda familia quedaran siempre en mi
memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario